Publicado en Crónica Popular y en el blog de la agrupación del PCE de Vicálvaro: https://pcedevicalvaro.wordpress.com/2016/01/09/po...
Publicado en Crónica Popular y en el blog de la agrupación del PCE de Vicálvaro:
El viernes 8 de enero de 2016, en su VI Congreso Local de la sección sevillana de nuestro Partido, el Partido Comunista de España, nuestros camaradas hispalenses han aprobado por unanimidad dos resoluciones unificadas en un texto en las que urgen a la reconstrucción organizativa e ideológica del PCE. El texto fue una iniciativa de las Agrupaciones José Díaz, Cerro-Amate e “Isabel Atienza” de Centro del Partido en Sevilla.
En el texto unificado (ver:http://josediazcerroamate.blogspot.com.es/2016/01/un-pce-para-unidad-popular-para-la.html) afirman que están preocupados “por el rumbo que lleva nuestro Partido” y por el de Izquierda Unida. Afirman, a mi juicio con razón, que la marca IU está agotada, que ha llevado al PCE a una suerte de “clandestinidad”, aunque más bien se trataría de un lobby interno de Izquierda Unida, que es le verdadero partido, que ha seguido las directrices eurocomunistas de Berlingüer y Carrillo ya desde su fundación en 1986. Un eurocomunismo que no ha sido más que simple socialdemocracia sin llegar, quizás, en lo teórico, a abrazar el liberalismo progresista del PSOE, pero sí a aplicarlo allá donde ha podido tener funciones de Gobierno.
El texto pide, acertadamente, la reorientación del Partido Comunista de España, para acabar con su “mimetización” con la socialdemócrata Izquierda Unida, pero lo hace sin pedir “repensar la izquierda”, ni camuflar con la palabra “confluencia” lo que no es más que puro liquidacionismo entreguista de lo que queda de comunismo en España a otro partido socialdemócrata -incluso socialfascista (ver: http://www.cronicapopular.es/2015/12/pablo-iglesias-podemos-socialfascismo-y-cuestion-nacional-replica-a-una-respuesta/), el cual, además, tratando de hacer el sorpasso al PSOE, acabará necesitandole para poder gobernar en ayuntamientos, comunidades autónomas y también en toda la nación. Ante esta disyuntiva los camaradas de Sevilla son bien conscientes de todo lo que está en juego aquí y ahora. Y no es más que la necesidad de un “Partido de clase, que no le avergüence ser vanguardia de la clase trabajadora, que luche junto a ella por la Dictadura del Proletariado en todos los frentes, en la calle, en las empresas, en el sindicalismo, en la institución si hace falta”. Un Partido Comunista de España que vuelva a los ideales de su fundador, José Díaz, y de su buque insignia durante el antifranquismo, Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”. Un Partido Comunista de España que “debe refundarse en lo ideológico, el Marxismo-Leninismo, y en lo organizativo, Centralismo Democrático. Alejarse de las estructuras socialdemócratas y eurocomunistas y avanzar para tener un poder de convocatoria como el PCP portugués o el KKE griego. Organizaciones que anteponen la lucha de clases a unos pocos de votos”. Y los camaradas sevillanos, además, acertadamente también, saben que la mejor forma de reconstruir el PCE, y no disolverlo como ocurrió con el PCI en Italia, disuelto por una lectura socialfascista de Antonio Gramsci, es mediante un Congreso Extraordinario.
Un Congreso Extraordinario en el que toda la militancia del Partido pueda exponer sus ideas, votarlas y seguirlas disciplinadamente después. Un Congreso en el que, además, se reconstruya el Partido en sectores profesionales y por ramas del trabajo, en vez de por federaciones regionales, mimetizándose con los Reinos de Taifas autonómicos que deberíamos combatir en pos de realizar el único verdadero proceso constituyente que puede hoy haber en España: transformar la Monarquía Parlamentaria y la Constitución de 1978 en una Tercera República Española con una nueva Constitución y una distinta inserción en las relaciones internacionales, sobre todo en lo que respecta a la Unión Europea y el Euro.
¿Por qué el PCE debe readoptar el centralismo democrático? Porque es la única manera de evitar que el PCE siga siendo un lobby interno de Izquierda Unida, y será la única manera de evitar que se convierta en un mero think tank dentro de una confluencia con Podemos y, en última instancia, aliada mediante coaliciones postelectorales con el PSOE. Y es, además, la única manera de instaurar en el Partido el debate teórico necesario para readaptar el marxismo-leninismo a un mundo postsoviético que pide, con urgencia, un comunismo renacido que no se avergüence de su tradición al tiempo que se actualiza, y planta cara a los grandes enemigos del presente: el liberalismo, la socialdemocracia, el neofascismo, el fanatismo religioso de cualquier clase y el nacionalismo excluyente.
¿Por qué el PCE debe readoptar y readaptar el marxismo-leninismo? Porque el marxismo-leninismo ha sido la única corriente ideológica que ha podido llevar las ideas comunistas y socialistas a la práctica con éxito. Porque el marxismo-leninismo fue, en gestación, quien acabó con el zarismo en Rusia, quien pudo destruir al nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial, quien transformó la milenaria China en República Popular, quien permitió a Cuba plantar cara al Imperio Realmente Existente, los Estados Unidos de Norteamérica, y aguantar un bloqueo de medio siglo sin renunciar a su soberanía política. Porque el marxismo-leninismo fue crucial para acabar con el imperialismo depredador del colonialismo británico, francés, holandés y belga, y también estadounidense, por ejemplo en Vietnam. Porque fue una columna fundamental en la Suráfrica del Apartheid para acabar con el último régimen racista del siglo XX.
¿Por qué, ahora, el marxismo-leninismo? Porque la metodología teórica y práctica del marxismo-leninismo es la única que permite un debate serio, metódico y respetuoso entre camaradas a la hora de analizar el mundo actual y transformarlo. Porque el marxismo-leninismo es la única corriente política filosóficamente materialista que ha dominado en sociedades enteras y ha transformado las mismas en poco más de un siglo a un nivel que religiones e ideas anteriores hubieron de necesitar centurias enteras en lograrlo. Porque el marxismo-leninismo es el antídoto perfecto contra el personalismo sectario al que ha quedado abocado PCE-IU-UP a día de hoy, mimetizándose con un aparente presidencialismo de otros partidos que, gracias a los medios de comunicación de masas, fingen ser partidos de líderes a lo estadounidense, mientras el régimen político español sigue siendo parlamentario y monárquico, y no presidencialista ni republicano.
Da para mucho más analizar por qué el marxismo-leninismo es la respuesta, aunque algunos se sorprendan, a los problemas de la Humanidad, y de España en particular, en el siglo XXI. Pero la última razón es la más fundamental. El Partido Comunista de España debe ser marxista-leninista, porque si no lo es, desaparecerá.
De ahí todo mi apoyo a los camaradas del Partido en Sevilla. Hay muchos en toda España que están con vosotros y os apoyarán en este proceso de reconstrucción.