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Sobre el incidente entre el Rey de España, el presidente de la nación española, José Luis Rodriguez Zapatero, y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, Izquierda Hispánica emite el siguiente comunicado:
1.- Izquierda Hispánica lamenta este estúpido incidente entre naciones hispanas. Lo que ha ocurrido es un freno notable a las pretensiones revolucionarias de la Hispanidad unida con la lusofonía a la hora de plantar cara al resto de plataformas continentales realmente existentes (anglosajones, mahometanos, asiáticos y eslavos). Condenamos los modos excesívamente inapropiados del presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, al tiempo que lamentamos la actitud del presidente español, José Luis Rodriguez Zapatero, basado en un lamentable “Pensamiento Alicia”, pidiendo respeto para llevarse bien con todos: Aznar, el Rey, Chávez, Bush, &c. No es posible llevarse bien con todo el mundo, y la indefinición de la socialdemocracia española a la hora de buscar aliados internacionales le está pasando factura a España.
2.- Lamentamos la actitud del rey Juán Carlos de Borbón, el cual, si bien tuvo una actitud digna para con los españoles al marcharse de la sala y defender a España, también es verdad que, debido a su fundamentalismo democrático, para él defender a España es también defender a la burguesía capitalista y sus intereses depredadores en Iberoamérica y otros países. Creemos que la misma actitud que demuestra el rey con Chávez, pidiéndole que se calle, debería mostrarla con sátrapas como el rey de Marruecos, al que debería pedirle callar ante sus intentonas imperialistas coloniales en el Sáhara Occidental y en Ceuta y Melilla.
3.- Si bien condenamos los modos de Chávez, que no ayudan nada a la revolución hispánica internacional, comprendemos sus razones críticas al apoyo manifiesto del Partido Popular y de José María Aznar, ex-presidente español, al Imperio Estadounidense. España es una nación política sometida a dos imperialismos: el estadounidense, apoyado por el Partido Popular y otros grupos políticos, representantes del sector españolista de la burguesía, y el franco-alemán, apoyado por el Partido Socialista Obrero Español del actual presidente Rodriguez Zapatero, dispuesto a descuartizar a España junto con los partidos separatistas. En Iberoamérica, la política capitalista de los empresarios españoles es absolútamente depredadora (sobre todo en casos como Chile, Argentina, Brasil, Nicaragua y Méjico), y en nada ayuda a la unión revolucionaria hispánica.
4.- Así mismo, reprobamos a Chávez que no sea igual de enérgico al llamar fascista a Aznar con su amigo y aliado, el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad. Para Izquierda Hispánica, con todos los reproches que se le pueda hacer a Aznar, Ahmadineyad representa hoy por hoy la extrema derecha de la extrema derecha realmente existente en el mundo: el fundamentalismo islámico, en este caso chiíta. Chávez debería dejar de llamar fascistas a otros políticos de relevancia internacional cuando él va de la mano con un auténtico fascista, queniega la represión de homosexuales en Irán con el peregrino argumento de que en la nación persa no hay homosexuales, que persigue y ejecuta a los ateos iraníes, que tiene en la cárcel a miles de disidentes comunistas, socialdemócratas, anarquistas y otros, y que niega el Holocausto judío (en línea con los neonazis actuales) al tiempo que desea armar nuclearmente a Irán para borrar del mapa a Israel. Chávez debería ser más valiente y plantar cara a los verdaderos enemigos de la Hispanidad, como Ahmadineyad, que busca islamizar Venezuela con la complacencia del presidente bolivariano.
5.- Tanto Chávez, como Evo Morales, como Ortega o Castro, deberían reflexionar acerca de su política de enfrentamiento con España. Su neoizquierdismo indigenista pequeñoburgués, que se ha tragado la más que demostrada como falsa “Leyenda Negra” antiespañola, les enfrenta innecesariamente a una nación política sin la cual sus naciones no existirían. Si bien el capitalismo español es depredador, España, a pesar de los comportamientos depredadores propios de todo imperio en su capa basal, (ver Gustavo Bueno “España frente a Europa”), fue un Imperio Generador que no permitió en su dominio en América la penetración de las garras rapaces de británicos, holandeses y otros, que pretendían quitar los derechos conseguidos por los indígenas gracias a la Iglesia Católica y sus preceptos universalistas católicos para con ellos. Si no fuera por España, ese sentimiento de unidad de toda Iberoamérica no existiría. Es pues que Izquierda Hispánica recomienda a venezolanos, cubanos, bolivianos, nicaragüenses y otros que reflexionen sobre su actitud para con España, ya que si quieren extender su revolución más allá de América para no quedarse aislados del mundo y ser un continente aún más presa fácil de anglosajones, asiáticos y mahometanos, deben contar con España y el resto de naciones políticas hispánicas alrededor del mundo que no son americanas (Portugal, Sáhara Occidental, Guinea Ecuatorial, Andorra, Angola, Mozambique, Filipinas, Timor Oriental, Macao, Cabo Verde, Guinea Bissau, Santo Tomé y Príncipe, Gibraltar, &c.).
6.- Izquierda Hispánica tiene claro cuáles son nuestras metas. Y si para conseguir nuestras metas algunos mandatarios políticos, sean el rey Juán Carlos, sea Chávez, sea Zapatero, son un obstáculo, les plantaremos cara y les declararemos enemigos. Chavez debe de tener presente que no es el bolivarianismo ni el indigenismo, sino la Hispanidad, la base ideológica para construir el socialismo a nivel universal desde una plataforma intercontinental sólida, solidaria y soberana.
7.- El futuro está abierto, y el camino es tortuoso, no sabemos a dónde nos llevará. Lo sucedido en Santiago de Chile es una muestra de nuestra debilidad. Debemos concienciarnos que con desavenencias seremos presa fácil de políticos corruptos autóctonos, burguesías nacionales depredadoras, separatismos e indigenismos reaccionarios, imperialismos de otras plataformas continentales no hispánicas (anglosajones, mahometanos, asiáticos, y también del eje franco-alemán) y, desde luego, nos enfangaremos por nuestra propia ineptitud para salir de los prejuicios que, desde fuera, y tanto en España como en América, existen acerca de cada uno respectívamente. Lo ocurrido en Chile es lamentable, pero esperamos que las desavenencias de hoy sean el caldo de cultivo de la unión revolucionaria de mañana.