De cómo expresamos nuestra solidaridad (de Izquierda Hispánica) con la República Popular China frente al neofeudalismo tibetano en el a...
De cómo expresamos nuestra solidaridad (de Izquierda Hispánica) con la República Popular China frente al neofeudalismo tibetano en el año 2008:
Izquierda Hispánica quiere expresar su solidaridad con la República Popular China frente al neofeudalismo tibetano liderado por ese funesto personaje llamado “Dalai Lama“.
Aprovechar los Juegos Olímpicos de Pekín, capital china, para realizar actos vandálicos separatistas es propio no sólo de mentes dementes como la del “Dalai Lama” -personaje muy mimado por las democracias homologadas occidentales- sino que estamos seguros de que son auspiciados por la CIA y otros servicios secretos anticomunistas.
Tibet es una región próspera desde que la República Popular China derribó la tiranía feudal budista que allí regía y que, por boca de su máximo defensor, el “Dalai Lama” -amigo íntimo, no lo olvidemos, del neonazi chileno Miguel Serrano-, algunos tratas de volver a implantar. La relación entre el feudalismo budista tibetano y el nacionalsocialismo es un hecho conocido por muchos, al igual que la relación implícitia entre los movimientos neofeudalistas del mundo y el neonazismo, al menos en el plano teórico.
El “Dalai Lama” con el neonazi chileno y ex-diplomático Miguel Serrano.
Izquierda Hispánica aprovecha para condenar y lamentar la actitud de determinados países iberoamericanos que han manifestado su solidaridad con los neofeudalistas tibetanos, especialmente de la dominante “socialdemocracia” española, proseparatista tibetana desde siempre. No en vano, en medios progres como el canal de televisión Cuatro siempre han usado mapas de la República Popular China en los que se marcaba al Tibet como un país diferenciado de China. También queremos resaltar la hipocresía anticomunista de los medios derechistas españoles como el periódico digital neofascista El Manifiesto, dirigido por el ex-neonazi José Javier Esparza (antiguo miembro de la organización criminal skin-neonazi Asociación por las Bases Autónomas) y por Javier Ruiz Portella, que no han esperado ni un segundo para solidarizarse con el neofeudalismo tibetano, al tiempo que arremeten contra el vascuence, el catalán y otros neofeudalismos ibéricos. Esta hipocresía neofascista sólo se explica por su anticomunismo radical, y por creer todavía que ETA es una organización “de izquierdas” cuando, aparte de que en 2001 renunció al “marxismo-leninismo” -o lo que ETA entendía como “marxismo-leninismo”-, ETA nació como una escisión de las juventudes del filonazi PNV y fue creada por curas jesuítas en un seminario vasco en plena dictadura franquista, con los auspicios a los pocos años del servicio secreto estadounidense (CIA). Es bueno recordar que el neofeudalismo hispano, por muy “de izquierdas” que se diga, es solidario de la causa separatista tibetano-budista.
Si se está en contra del neofeudalismo se está en cualquier país y bajo cualquier circunstancia. E Izquierda Hispánica no sólo está en contra del neofeudalismo vascuence, catalán, vasco, castellano, gallego, andaluz, leonés y demás neofeudalismos ibéricos. También lo estamos contra el tibetano, y contra el santacruceño (defendemos la unidad de Bolivia), y contra el de Zulía (defendemos la unidad de la República Bolivariana de Venezuela bajo cualquier circunstancia), y contra el de Abjasia, el de Quebec, el de los mapuches (defendemos la integridad territorial argentina y chilena, que permite la igualdad efectiva de sus respectivas ciudadanías ante sus respectivas leyes máximas), contra el de Kósovo y contra cualquier movimiento separatista que defienda un “derecho de autodeterminación” basado en la idea de que sólo los ciudadanos de la nación política que vivan en la región separatista puedan decidir sobre el destino de toda la nación, ejerciendo de hecho un privilegio sobre el resto de la ciudadanía -esa es la base ideológica del neofeudalismo, lo defienda Carod Rovira, el “Dalai Lama” o el Vlaams Belang en Flandes-.
Así pues, defendemos desde Izquierda Hispánica la integridad territorial de la nación política China, la igualdad de todos sus ciudadanos ante la Ley y su proceso de holización revolucionaria tendiente a acabar con toda forma de diferencia social entre sus ciudadanos.
TIBET ES CHINA.
VIVA LA REPÚBLICA POPULAR CHINA.
POR LA UNIDAD DE LA NACIÓN POLÍTICA, NO AL NEOFEUDALISMO.
VIVA LA IGUALDAD DE LOS CIUDADANOS ANTE LA LEY.
VIVA ESPAÑA
VIVA LA HISPANIDAD, VIVA IBEROAMÉRICA.