Artículo publicado en Izquierda Hispánica el 22 de junio de 2011: http://izquierdahispanica.org/2011/bildu/
Artículo publicado en Izquierda Hispánica el 22 de junio de 2011:
No hace falta decir que Bildu son los mismos que antes era Batasuna, y antes Herri Batasuna… Son los mismos que fueron ilegalizados hace unos pocos años que vuelven para seguir haciendo lo mismo. Para arrebatar a los españoles un buen pedazo de su territorio. El territorio español es algo que no puede ser arrebatado de ninguna forma, sea política o sea militarmente. El territorio es la capa basal de nuestra nación política, de nuestro Estado. Y bajo ningún concepto se puede permitir su división. El territorio español es de los españoles.
Hace seis años Antonio Muñoz ballesta, publicó en la Revista digital “El Catoblepas” una interesantísima reseña sobre el libro de Jesús Lainz, Adiós, España. Verdad y mentira de los nacionalismos. Hoy la propuesta de Lainz está tan viva como en el momento de su publicación. Y es que en el País Vasco se ha vuelto a legalizar el partido político, que pese a querer marcar distancias, es el partido de los secesionistas, de los racistas, de los asesinos.
Dice Ballesta que “desde la muerte de Franco se produce una pérdida del sentido del Estado español por tres razones principales: 1) el resurgir político de los nacionalismos étnicos periféricos, 2) el incremento de una ideología europeísta que implicaría renuncia a principios netamente españoles, 3) el empuje de enemigos políticos exteriores”. El libro de Lainz muestra cómo muchos españoles viven en una «esquizofrenia política», sobre todo en el País Vasco y en Cataluña.
A partir de aquí cito literalmente la propuesta del artículo de “El Catoblepas” que resume lo que expresa Lainz en los siguientes siete puntos:
1. La emigración interna de los años cuarenta a sesenta del siglo XX en España, que es interpretada por los nacionalistas fraccionarios, como una maniobra propagandística de Franco contra el país vasco y Cataluña, ya que así se invadía de españoles las tierras vascas y catalanas.
2. El «cuartel de la Guardia Civil» en Euskadi que es percibido como «cuartel de ocupación».
3. La interpretación de la Historia como arma de legitimación del separatismo. La justificación del derecho de secesión de las autonomías es básicamente una cuestión de Historia. Y tal cosa solamente pasa en España. En Francia, de la existencia de reinos durante más de 1000 años a nadie se le ocurre hacer plebiscito independentista. Tampoco en Alemania. En 1815 todavía en Italia existían ocho Estados. En cambio, la Nación española es la primera en unificarse en 1492, con permiso de Portugal. Hace solamente 140 años se unifica Italia, y Alemania solo hace catorce que logra su reunificación.
4. En la obsesión de hacer una nación política de toda lengua hablada en España. Es absurdo, dice el autor, que lengua sea igual a Nación. Habría que recordarle a Carod Rovira, por ejemplo, que en Cataluña hay tres lenguas habladas (el español, el catalán y el aranés en el Valle de Arán).
5. En la reinterpretación interesada de las guerras carlistas y de sucesión españolas.
6. En una manipulación de la Guerra Civil por motivos ideológicos y nacionalistas. Así se interpreta la Guerra civil española como una ocupación española o de «Madrid».
7. Y en el racismo o argumento de la raza. La raza vasca, según Sabino Arana, y otros estudiosos de lo vasco, es muy diferente de la española. En 1991 se publican libros «científicos» sobre el Rh negativo de la raza.
Izquierda Hispánica es contraria a la legalización no ya solo de Bildu, sino de cualquier secta facciosa convertida en partido político por vía legal desde Madrid. Partido quiere decir parte de, parte de la nación política. Y estas sectas facciosas como Bildu no son ni quieren ser parte de la nación política española, sino expoliar al resto de españoles de un territorio, Vascongadas, que es también nuestro. Reclamar un privilegio de secesión solo basado en el censo (solo podrían votar en un referéndum los empadronados en municipios del País Vasco y Navarra, no pudiendo votar el resto de españoles, destruyendo así la soberanía nacional y la igualdad ante la ley; luego el referéndum sería en realidad un golpe de Estado secesionista, ajeno totalmente a un plebiscito democrático votado por toda la nación española), llamándolo derecho de autodeterminación, encubre la recuperación de los privilegios medievales por cuestión de procedencia y sangre: es el neofeudalismo político.
Izquierda Hispánica es enemiga acérrima de Bildu, de ETA, del terrorismo secesionista, de cualquier connivencia con el terrorismo secesionista (somos anti-proetarras), pero también de todo partido secesionista de derecha extravagante, por mucho que se diga de izquierdas o demócrata. Pues todo partido secesionista es, en esencia, una secta facciosa de derechas.