Publicado en Crónica Popular: http://www.cronicapopular.es/2015/06/gustavo-bueno-va-desnudo/
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A ningún filósofo, ni a ningún profesor de Filosofía, ni a ningún aficionado a la Filosofía, le puede interesar estar al margen de la imagen que se de de uno mismo, ya únicamente por cuestiones éticas, por perseverar en los deberes éticos fundamentales, algo que estimo necesario en todo materialista que se precie, incluido el maestro Gustavo Bueno. La fortaleza implica la fuerza de la personalidad, del alma, manifestada como firmeza cuando se trata de conservar el ser de cada uno, incluida la propia personalidad entendida ésta como esquema de identidad dada en un proceso de conformación en el que hay una fundamentación material o base biológica y una fundamentación formal o estructura antropológico-cultural. La personalidad sería el resultado de este entretejimiento material y formal, hilemórfico, que no es meramente hilemórfico, sino ontológico y gnoseolígico en sentido materialista, pues la personalidad es lo que somos, más allá de nuestra individualidad corpórea, y lo que tras la muerte de esta individualidad corpórea puede perdurar según diversos radios de acción, por lo que hay que distinguir entre muerte del individuo corpóreo y fallecimiento de la persona. La personalidad es la única institución individual-subjetual de cada individuo humano (y algunos animales como los perros) y trascendental a todos los hombres, y solo los sistemas filosóficos que pretenden cierta trascendentalidad y universalidad han de tener una idea de hombre universalizable, y el materialismo la tiene en tanto entiende la personalidad de esta manera. Personalidad que por firmeza hay que conservar, no pudiendo hacer con ella -con el cuerpo, con las acciones, con la reputación- lo que a uno le "parezca", y que por generosidad, el otro gran deber ético relacionado con la firmeza y la fortaleza, hay que ponerla al servicio de los demás, esto es, a ayudar a los demás a mejorar mejorando uno mismo. La persona debe obrar de tal manera que pueda conservar con ello la integridad física y psicológica de los demás siempre que los demás no pongan en peligro esa misma integridad del resto y de uno mismo, integridad que, forzosamente, ha de incluir la institución de la personalidad, pues uno ha de dar sin pedir nada a cambio, salvo, creo, cuando se da a alguien que pueda perjudicar el que yo pueda seguir siendo generoso, fuerte y firme con la mayoría de mis congéneres. Y en ese error excesivamente pasional parece que ha caído el propio Gustavo Bueno hace muy poco, y de manera muy grave.
A ningún filósofo, ni a ningún profesor de Filosofía, ni a ningún aficionado a la Filosofía, le puede interesar estar al margen de la imagen que se de de uno mismo, ya únicamente por cuestiones éticas, por perseverar en los deberes éticos fundamentales, algo que estimo necesario en todo materialista que se precie, incluido el maestro Gustavo Bueno. La fortaleza implica la fuerza de la personalidad, del alma, manifestada como firmeza cuando se trata de conservar el ser de cada uno, incluida la propia personalidad entendida ésta como esquema de identidad dada en un proceso de conformación en el que hay una fundamentación material o base biológica y una fundamentación formal o estructura antropológico-cultural. La personalidad sería el resultado de este entretejimiento material y formal, hilemórfico, que no es meramente hilemórfico, sino ontológico y gnoseolígico en sentido materialista, pues la personalidad es lo que somos, más allá de nuestra individualidad corpórea, y lo que tras la muerte de esta individualidad corpórea puede perdurar según diversos radios de acción, por lo que hay que distinguir entre muerte del individuo corpóreo y fallecimiento de la persona. La personalidad es la única institución individual-subjetual de cada individuo humano (y algunos animales como los perros) y trascendental a todos los hombres, y solo los sistemas filosóficos que pretenden cierta trascendentalidad y universalidad han de tener una idea de hombre universalizable, y el materialismo la tiene en tanto entiende la personalidad de esta manera. Personalidad que por firmeza hay que conservar, no pudiendo hacer con ella -con el cuerpo, con las acciones, con la reputación- lo que a uno le "parezca", y que por generosidad, el otro gran deber ético relacionado con la firmeza y la fortaleza, hay que ponerla al servicio de los demás, esto es, a ayudar a los demás a mejorar mejorando uno mismo. La persona debe obrar de tal manera que pueda conservar con ello la integridad física y psicológica de los demás siempre que los demás no pongan en peligro esa misma integridad del resto y de uno mismo, integridad que, forzosamente, ha de incluir la institución de la personalidad, pues uno ha de dar sin pedir nada a cambio, salvo, creo, cuando se da a alguien que pueda perjudicar el que yo pueda seguir siendo generoso, fuerte y firme con la mayoría de mis congéneres. Y en ese error excesivamente pasional parece que ha caído el propio Gustavo Bueno hace muy poco, y de manera muy grave.
Ya en su momento la Fundación Gustavo Bueno (FGB) tuvo la genial idea (sic) de invitar a discutir sobre metapolítica al neofascista argentino Alberto Buela, filósofo y profesor de la Universidad de Buenos Aires, peronista acérrimo que, entre otras cosas, ha participado en jornadas sobre filosofía y disidencia (las palabras "disidencia" y "metapolítica", más allá de sus usos más genéricos, son ideas cliché en toda la cosmovisión tercerposicionista) del partido neonazi español Movimiento Social Republicano (MSR), grupo muy relacionado con la asociación internacional de skinheads nacionalsocialistas Blood & Honour, como puede verse en este enlace: http://msr-info.blogspot.com.es/2008/11/y-el-herosmo-despertcrnica-de-las-iii.html. También Buela tiene artículos en la revista tercerposicionista del MSR, Tribuna de Europa, donde publica artículos integristas católicos y judeófobos europeístas étnicos, a pesar de ser argentino (Chile y Argentina son las campeonas hispánicas, con permiso de España, en lo que a grupos neofascistas y neonazis se refiere), como puede verse aquí: http://www.tribunadeeuropa.com/?tag=alberto-buela. Buela fue a la FGB para hablar de metapolítica, y se fue sin enterarse que metapolítica es una palabra que oculta que de lo que se está hablando es de filosofía, pero no era necesario invitar a este señor (que ha publicado libros en editoriales de nombres tan neutros como la española Barbarroja, nombre de la operación militar de invasión del Tercer Reich a la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial) para tratar este tema, aunque en España quizás la gente no le tenga tan calado como en su Argentina natal, como muestra este texto de uno de los grupos políticos más coherentes y brillantes de la izquierda latinoamericanista, Socialismo Latinoamericano-Izquierda Nacional: http://lists.econ.utah.edu/pipermail/reconquista-popular/2007-May/049940.html.
Para más inri, el señor Buela (que fue aconsejado en su visita a la FGB por Fernando Sánchez Dragó, amigo personal de Gustavo Bueno, acusado hace unos pocos años de apología de la pederastia, o acaso del abuso de adolescentes, por unas no muy acertadas mamarrachadas escritas en un libro conjunto con Albert Boadella; entre otras cosas, en su día Sánchez Dragó fue calificado por la Liga Antidifamación de Estados Unidos, una institución judeoestadounidense dedicada a la lucha contra el antisemitismo, el racismo y los grupos neonazis, como "ideólogo del fascismo español") no oculta su clericalismo integrista católico judeófobo en artículos como el nefasto "A propósito de la dialéctica Sinagoga-Iglesia", donde llega a sugerir que la pederastia masivamente ocultada en la Iglesia Católica (que ya tratamos aquí: http://www.armesilla.org/2013/02/el-catolicismo-en-crisis.html) es producto del abandono por parte de esta del enfrentamiento teológico con los judíos, a las que ha de convertir si no quieren sufrir un nuevo holocausto (ver "A propósito de la dialéctica Sinagoga-Iglesia" aquí: http://www.tsunamipolitico.com/dialectica004.htm). Y esta cuestión de la pederastia católica nos lleva al último gran error de Gustavo Bueno, si acaso no cometido directamente por él, por desconocimiento, sino por los que le "asesoran".
En una nueva entrega publicada ayer de la sección "Respuestas a preguntas" de la web de la FGB, bueno habla sobre el punto de partido o la base de la filosofía materialista. Vídeo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=8E_FL3VpLrA
Dichas preguntas son realizadas por un cura chileno, llamado René Benavides. No sabemos si es por pura inocencia e ignorancia, falta de sagacidad política, o falta completa y absoluta de generosidad, firmeza y fortaleza, pero una simple búsqueda en Internet del nombre de René Benavides por parte de personas como Gustavo Bueno Sánchez, hijo del maestro y mentor de la FGB y persona, dicen, muy versada en esto de Internet, o de su sicario periodístico Javier Neira (que habló de Benavides en su apología del neocriollismo por la visita de los hermanos Carpio, ecuatorianos de turismo en España, a la FGB: http://www.lne.es/oviedo/2013/11/07/un-millon-bueno/1495704.html), nos lleva a una personalidad oscura, perversa y, por desgracia, demasiado habitual en los últimos tiempos en el seno de la Iglesia Católica. Y no se trata de información de este mismo año. Veamos:
- Vaticano pide a Iglesia chilena iniciar juicio canónico a sacerdote por abusos:
René Benavides, además de practicar la sanación por imposición de manos y los exorcismos (que tanto ha criticado Gustavo Bueno Sánchez en otros sujetos como el padre Fortea), es un pedófilo y un pederasta que abusó de numerosos niños durante décadas.
- Hermano de René Benavides habla sobre él:
En esta página evangélica (no matemos al mensajero) Antonio Benavides relata cómo una vez se encontró a un adolescente durmiendo inexplicablemente en el coche de este pederasta y sacerdote al que tanta atención Bueno presta, y repito, porque seguramente no sepa quién es ni le hayan informado sobre ello.
- René Benavides Rives, diocesano de San Felipe, condenado por Justicia Canónica (ver lista de condenados al final del enlace):
http://www.eltrabajo.cl/portal/2012/03/obispo-pide-a-sacerdotes-confesar-%E2%80%98con-las-puertas-y-ventanas-abiertas%E2%80%99/
- René Benavides Rives, diocesano de San Felipe, condenado por Justicia Canónica (ver lista de condenados al final del enlace):
http://www.eltrabajo.cl/portal/2012/03/obispo-pide-a-sacerdotes-confesar-%E2%80%98con-las-puertas-y-ventanas-abiertas%E2%80%99/
Sin duda, esto es mucho más grave que lo de Alberto Buela. La pedofilia y la pederastia son dos de los males intrínsecos más perversos y horribles que existen, como males circulares en terminología filomat (ver: http://www.armesilla.org/2013/07/el-bien-y-el-mal-desde-el-materialismo.html). No puede retorcerse el argumento de la generosidad materialista hasta el punto de decir que se es generoso con un pederasta o con un asesino en serie que manda preguntas filosóficas al maestro respondiéndolos para sacarles de sus errores filosóficos, sin pedir a cambio abjurar de sus crímenes horrendos, pues por una parte esto parece situar al supuesto generoso en una situación semi-numínica por encima del bien y del mal, del espacio y del tiempo, ya denunciada por algunos (http://www.armesilla.org/2013/10/atrapados-en-el-confin-esferico-de.html), lo que denota cierto gnosticismo filosófico como si por el mero hecho de ser materialistas filosóficos salve a las personas y justifique cualquiera de sus acciones, y por otra parte la ética personal del propio Gustavo Bueno, y la moral del grupo de materialistas, como personas normales en su mayoría, está por encima de cualquier tipo de acercamiento, aún intelectual, a criminales horrendos.
Parece que el lema de Bueno, que parece vivir últimamente en una jaula de oro aislado del Mundo, sea "hágase la Filosofía y que perezca el Mundo", lo que denotaría cierto nihilismo filosófico que negaría precisamente las virtudes éticas de la fortaleza, la firmeza y la generosidad necesarias para hacer Filosofía y, también, para asegurar la perseverancia en el ser de la personalidad propia y de la comunidad. Este aparente poner la Filosofía por encima de cualquier otra actividad, de hacer prioritarias las relaciones filosóficas entre las personas a nivel meramente teorético por encima de otras relaciones sociales (y que ya Marx y Engels denunciaron en Feuerbach en su obra La ideología alemana, p. 45), y relacionadas con ese nihilismo gnóstico que parece estar más que presente en los últimos años del materialismo filosófico administrado y circunscrito por la FGB (y Nódulo Materialista), conlleva una reducción de cualquier cosa a una cuestión filosófica, que en vez de situar a la Filosofía verdaderamente como "saber de segundo grado", la coloca en una situación de "preponderancia" sobre el resto de saberes, volviéndose "imperialista" sobre las ciencias formales, naturales y humanas, sobre las ceremonias e instituciones básicas de comportamiento social y sobre la misma filosofía mundana, a la que acaba despreciando, así como desprecia las acciones sociales humanas que ayudan a conformar el Mundo-Entorno en que vivimos y nos desarrollamos. Esto llevaría a lo que puede denominarse como "filosofismo" o "fundamentalismo filosófico", y de ahí que importe más la relación filosófica con Alberto Buela o René Benavides que otro tipo de consideraciones.
Que conste que este escrito, que escribo consternado, no lo hago para atacar a Gustavo Bueno, grandioso filósofo que ha ejercido sobre mi una influencia esencial. Pero sí para señalar, por generosidad hacia él desde mi posición, que desde hace tiempo "el rey está desnudo" (en este caso el maestro), por mucho que le hayan vestido a adulaciones y palabrería muchos de los que le rodean (http://es.wikipedia.org/wiki/El_traje_nuevo_del_emperador). La misma trituración de ideas que permite el materialismo filosófico de Bueno puede servir, por generosidad, para advertir al propio Bueno y a su entorno (si se deja y quiere) de que el principal responsable y culpable de su desprestigio social y académico en España es él mismo y su entorno más cercano. Solo haciendo esto, se podrá situar a Bueno, en un Mundo que cada vez lee menos, en el puesto honroso que se merece en la Historia de la Filosofía. Y desde luego, imprudencias como la de Alberto Buela, René Benavides o la firma de apoyo a Sánchez Dragó por sus palabras efebo-eróticas con Boadella no ayudan en absoluto. Y las hemerotecas jamás perdonan, menos aún si son manejadas por enemigos y por malos amigos y malos aliados. El maestro, el rey, no solo ha de serlo, sino también parecerlo. Y no hay que tener miedo, a no ser que se tengan intereses personales sospechosos, de decirle al maestro que se está equivocando, aunque sea "un poquito".