Artículo publicado en El Revolucionario, el 9 de abril de 2009: http://www.elrevolucionario.org/rev.php?articulo1341
Artículo publicado en El Revolucionario, el 9 de abril de 2009:
En 1997 se creó en España el PNR, Partido Nacional Republicano, uno de los muchos partidos europeístas alternativos al europeísmo burgués de corte socialdemócrata que dominan en España. Sin embargo, detrás de este partido con un programa político de medidas concretas económicas y políticas debatibles, se esconde un grupo postfascista que vive todavía inmerso en el mito de la "Europa sublime", una Europa socialista cuyo motor ideológico ha sido y será siempre el nazi Adolfo Hitler
Logotipo del Partido Nacional Republicano español
El dibujo encima de las siglas del partido (todo ello en blanco sobre un fondo rojo) es, según la web del PNR, un lobo. El lobo es un animal-emblema (al más puro estilo de las religiones primarias, lo que emparenta al nazifascismo con el animismo pagano) del neofascismo, y sirvió de emblema en sus tiempos a varias divisiones del NSDAP y el Ejército nazi alemán
El balear Juan Colomar, abogado licenciado en la Universidad Autónoma de Barcelona, es uno de los creadores, junto Javier Al-Sahel, del Partido Nacional Republicano, PNR. Un partido entre cuyos postulados españolistas, además de la defensa de España, la defensa de un modelo republicano unitario de Estado y de la supresión de las Comunidades Autónomas, puntos que en El Revolucionario Barcelona compartimos, sin embargo nos encontramos puntos realmente sospechosos. Colomar, que evolucionó del troskismo (vertiente fracasada de la Izquierda Comunista) al tercerposicionismo neofascista europeísta, defiende posiciones europeo-socialistas, en la línea del asesor del Ejército venezolano Jorge Verstrynge Rojas, antiguo militante del partido de derecha socialista Alianza Popular.
Colomar llegó a dudar de los postulados supuestamente científicos del marxismo, según sus propias palabras. Pero resulta que el marxismo, desde los postulados de la vuelta del revés del mismo que realiza el Materialismo Filosófico, no es una ciencia, sino un sistema filosófico cuyo componente más racionalista radical, el Materialismo Histórico, es necesario hoy día todavía para interpretar la realidad de nuestro presente económico, social y político. Así pues, Colomar yerra en su apreciación original del marxismo, y quizás se deba, nos aventuramos a decir, a su pasado de dogmatismo marxista (ortodoxismo casi talmudista), propio por otra parte de muchos marxistas de su generación.
El mal cuestionamiento de los postulados marxistas de Colomar le llevaron a abrazar el europeísmo. Y resulta que, con ello, Colomar abandonaría el último halo de racionalidad de Occidente para abrazar la metafísica y fascista idea de Europa, además en su vertiente más radical: la social-nacionalista, heredera del fascismo de Mussolini y del nacionalsocialismo de Hitler. El PNR, con ello, abraza de lleno el neofascismo, algo que no deja de ser una desgracia política, debido al racionalismo de determinados postulados coyunturales de su programa político (suponemos que debidos a los restos de marxismo que en Colomar, Al Shahel y el resto quedan todavía, parejos a los restos de marxismo que quedaban en el jóven Ramiro Ledesma antes de abrazar el fascismo y crear las JONS).
A nivel sociológico-histórico, el PNR, debido a su acercamiento a asociaciones y editoriales cercanas al neofascismo (Asociación Cultural Disidencias, Ediciones Barbarroja), no puede escapar del pozo negro en que se encuentra (aunque quizás no quiera). Colomar llegó el pasado 2008 a postular su ideario político en el libro « República Nacional Española: Municiones para la Resistencia », obra loada en webs como la neonazi Metapedia, la Wikipedia del neofascismo, caracterizada entre otras cosas por referirse al marxismo como «ideología al servicio del capitalismo». Este libro, además, no puede competir ni en argumentos ni en coherencia con obras verdaderamente revolucionarias y sistemáticas como «España Frente a Europa» o «España no es un Mito» del filósofo materialista español Gustavo Bueno, ni tampoco con el contundente «Manifiesto en Defensa de España», aparecido también en 2008.
En definitiva, Colomar y los suyos, si quieren desprenderse definitivamente del tufo fascista que tienen, deberían abandonar por completo el europeísmo, abrazar el iberoamericanismo revolucionario y, en otro orden de cosas, abrazar el Materialismo Filosófico. Es un consejo revolucionario.