Publicado en Crónica Popular: http://www.cronicapopular.es/2015/02/como-es-un-ex-buenista-antibuenista/
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Este post, que tenía pensado escribir hace tiempo, es una reflexión previa a otro que escribiré cuando toque sobre mi situación respecto no al materialismo filosófico de Gustavo Bueno, sino respecto a su entorno social más directo, pero que necesita de una escritura previa sobre un tipo muy particular de buenista (esto es, de seguidor de Gustavo Bueno) pero que es buenista en un sentido como de "reverso", no se si luminoso o tenebroso o al menos tan tenebroso como el "buenismo", en tanto que se trata de antibuenistas que fueron furibundos, apasionados y radicales seguidores de Gustavo Bueno que dejaron de serlo por motivos distintos pero no tan disímiles entre sí. Este no es un post sesudo, y se me acusará de psicologista, pero no me importa en tanto que el retrato psicológico de un tipo determinado de sujetos con características comunes no deja de ser una caracterización basado en experiencias emic que, etic, podrían corroborarse (o no). En todo caso, creo necesario escribir esto a tenor de mi experiencia personal con este tipo de "personal".
Antes hay que aclarar que yo nunca he sido buenista, ni me ha gustado jamás ese tipo de adjetivo. Frente al materialista filosófico serio (que los hay, de todos los "colores"), frente al que sigue la metodología de análisis del materialismo filosófico de Gustavo Bueno (Ver "Materialismo metodológico como materialismo operatorio": http://www.filosofia.org/filomat/df002.htm), el buenista siempre se ha caracterizado, más que por un seguimiento difuso o consecuente de dicha metodología bueniana (de la misma manera en que no es lo mismo marxista que marxiano, no sería lo mismo buenista que bueniano), por un desmedido culto a la personalidad de Gustavo Bueno y de su entorno, creyendo que Bueno y todo lo que tuviera su "toque" estaba ya bañado de una suerte de Espíritu Absoluto que elevaba, cual Gracia santificante, a todo aquel que lo abrazase de manera apasionada. Todos hemos sufrido ese enamoramiento en mayor o menor grado con Gustavo Bueno, aunque los acercamientos a la doctrina de Bueno y a sus derivaciones, desviaciones y evoluciones han podido matizar dichas pasiones, para bien o para mal, hasta el punto de permitir a algunos desarrollar un cierto estoicismo respecto a Bueno y su entorno que no es incompatible con el control de determinadas pasiones suscitadas. Sin embargo, ese estoicismo no existe, a mi juicio, en muchos buenistas, como tampoco en los ex-buenistas antibuenistas (diferenciados de los antibuenistas que jamás fueron buenistas, que o bien aborrecen a la persona de Gustavo Bueno y su entorno, o bien simplemente no comparten en todo o en parte la doctrina del materialismo filosófico bueniano). La forma de ser el ex-buenista antibuenista es tan reverso del buenista fanático como la cruz invertida de Anton La Vey, famoso satanista, lo era de la Cruz de Cristo cristiana católica. No digo con ello que los ex-buenistas antibuenistas sean "el mal", pero sí tienen ciertos dejes que son dignos de mención.
El ex-buenista antibuenista me recuerda mucho a un episodio de dibujos animados de la Warner Brothers, cuando un pequeño perro llamado Chester, saltaba admirado alrededor del bulldog malote del barrio, Spike, mientras veía en él a algo más que a un líder, a un mentor. Cuando Spike falla a Chester, básicamente por no entrar en el canon idealizado de personaje que sobre él tenía, éste se buscaba enseguida otro sujeto (a veces el gato Silvestre) sobre el que repetir la misma acción de saltos, ansiedad, gritos y peloteo sectario incontrolado que ya realizaba sobre Spike.
Evidentemente, Spike sería Gustavo Bueno y su entorno, y Chester el ex-buenista antibuenista que, tras caerse del caballo su ídolo, busca otro nuevo, y lo suele encontrar, como lo encontraron los buscadores de mesías en La Vida de Brian (da igual si el Mesías está muerto o vivo).
Hay, a mi juicio, tres características básicas del ex-buenista antibuenista muy claras:
a) Acaba defendiendo absolutamente todo lo opuesto a que apasionadamente defendía cuando era buenista. Si antes defendía la nación española, ahora le dará igual o verá con buenos ojos al separatismo. Si antes se definía ateo católico ahora odiará todas las religiones. Si antes defendía la Hispanidad, ahora defenderá cualquier cosa geopolítica que, aún imposible, se aleje de una idea que considera "errónea", e incluso "peligrosa". Si antes era antiabortista radical, ahora será proabortista radical.
b) Acaba aborreciendo todo aquello que, aún de refilón, suene a "buenista", aún siendo "desviaciones", llámense estas "materialismo fenomenológico" de Ortiz de Urbina, llámese "comunitarismo materialista católico de la teoría de la acción vital orteguiana" de Fuentes Ortega, llámese "Izquierda Hispánica" u otras "herejías". Sin embargo, abrazará autores que, aunque no lo parezca, tienen bastantes puntos en común con muchas ideas de Gustavo Bueno, ya sea Althusser, Foucault, Bourdieu, Zizek, Losurdo, Albiac, Benedicto XVI, Freund, etc.
c) Acaba desarrollando una labor intelectual, pedagógica y política basada, implícitamente o explícitamente, en denunciar lo sectario que es el entorno de Gustavo Bueno. Esto, sin dejar de ser cierto, no obsta para que el ex-buenista antibuenista siga siendo, a la contra del buenismo pero conservando sus formas, también sectario, dogmático en el peor sentido de la palabra, incoherente, pasional (capaz de desarrollar un rencor y un odio muy larvado hacia todo aquello que no piense como él o ella), prepotente, ególatra (aún en soledad, pues hay dos tipos de egolatría, la "positiva" que hace que uno se crea el mejor del Mundo, y la "negativa" o "depresiva" que hace que uno se crea el peor del Mundo; en ambas el "yo, yo, yo" es el discurso hegemónico), agresivo, violento, maleducado y chabacano.
Encontrar un equilibrio estoico antes los desmanes del buenismo sectario no es fácil, pero puede lograrse. Sin embargo, y sin negar que muchas de estas reacciones tienen que ver mucho también con la personalidad que se tenga (muchos llegan a Gustavo Bueno siendo ya sectarios, dogmáticos, violentos y egocéntricos), la verdad es que estos sujetos no acaban jamás de salir de lo peor del buenismo, sin quedarse con lo más interesante del legado de Gustavo Bueno: su metodología de análisis de la realidad desde unos postulados muy interesantes y que no merecen en absoluto ser tirados a la basura, por mucho que algunos de sus más apasionados pupilos ayuden a ello. Reivindicar la figura de Gustavo Bueno y su materialismo conlleva no solo denunciar a lo peor del buenismo, sino también a lo peor del antibuenismo, sobre todo si es ex-buenista, en tanto que ambos son caras del mismo tapiz, este último con un acentuado desarrollo de la, se llama, "fe del converso" (http://hombrerefranero.blogspot.com.es/2011/01/la-fe-del-converso.html).
Interesante artículo. ¿Algún nombre en concreto?
ResponderEliminarNadie de renombre, solo ex-hooligans.
ResponderEliminarBien, a mí me surge una pregunta al hilo de todo esto. ¿No es posible reconocer que Bueno es un excelente filósofo entre una pléyade de otros filósofos y pensadores (presentes y pasados) tan excelentes como Bueno, y manejarlos y recurrir a todos ellos sin necesidad de poner a uno solo de ellos a una altura estratosférica por encima de todos los demás? Me parece que esto es lo que hace Urbina, por ejemplo. ¿Y asimismo reconocer varias corrientes distintas dentro del "Materialismo Filosófico" y saludarlas como un signo de salud y de vitalidad? ¿Y reconocer y explorar las conexiones y similitudes del Materialismo Filosófico con otras escuelas filosóficas, materialistas y no materialistas, continentales y analíticas, ateístas y teológicas, etc.? ¿No redundaría esto en beneficio del MF? Saludos.
ResponderEliminarClaro que es posible. Otra cosa es que Bueno y su entorno se nieguen a aceptar todo esto. Afortunadamente se les escapa de las manos el asunto, pero lo condenan durante mucho tiempo a ser "perro muerto", por desgracia que aquellos que utilizamos sus herramientas de análisis.
ResponderEliminarBueno es un excelente filósofo, y cuando yo lo estudiaba (llevo años sin hacerlo por distintas circunstancias) veía que la TCC y la Filosofía de la Religión era de lo mejor que se había producido en el "erial hispano". Otra cosa es su "implantación política". A partir de mi distanciamiento geográfico e intelectual fui viendo las derivaciones políticas de Bueno cada vez más insensatas. Creo que la orientación política del buenismo a partir de "El Mito de la Cultura" y el pseudomarxismo depauperado que allí expone, marca un ciclo descendente. Y creo que su entorno inmediato, sectario, paranoico, falto de oxígeno, no hace más que empantanar grandes logros del profesor Bueno. Es una opinión que vierto aquí sin pasión, muy controlada por el paso de los años.
ResponderEliminarEn cualquier caso, seguramente estaremos todos de acuerdo en que éste es el más grande de todos los filósofos:
ResponderEliminarhttp://www.epublibre.org/libro/detalle/14565
Para mí El Mito de la Cultura es un gran libro. Creo que la cosa es más compleja, no depende de "libros" concretos.
ResponderEliminarNo, no depende de libros concretos. Yo hablaba desde el punto de vista personal, autobiográfico. En una época en la que me embarqué a estudiar a fondo el problema de la "base y la superestructura" en el marxismo, leí ese libro de Bueno y me encontré con unas toscas metáforas botánicas y unos adornos tomados de la termodinámica que más bien afeaban las construcciones de Marx que otra cosa... fue como una revelación. Bueno "tabapa" ciertas deficiencias de su sistema por medio de una jerga innecesariamente complicada o por medio de un cientismo que no casaba bien con el fondo de su propio materialismo, que no es ni debe ser cientismo. Pero lo peor, lo patético, es la ausencia de una Escuela con implantación académica seria, con solvencia. El Catoblepas, los "noduleros", y sobre todo, las obsesiones ultraderechistas de quienes "administran su legado" son el hazmerreir de todo el sabe un poco de este mundillo. Por lo que sé, la gente seria que ha aprendido de Bueno, trabaja en solitario o al margen de esas payasadas. Creo que ha fallado mucho la implantación política. Nadie le ha tomado en serio, casi nadie... Los coqueteos durante el Aznarato, o la Fundación que don Gabino le puso a sus pies sólo han servido para confirmar una cosa: la nulidad política de estos personajes, y su enajenación del mundo Académico. Han escupido tanto contra el viento...Espero que podáis sacar otras vetas más interesantes desde webs como ésta, porque desde la Secta...nada, de nada.
ResponderEliminarCon lo del "cientismo" de Bueno no estoy de acuerdo. No veo por ningún lado el supuesto "cientismo" de Bueno. Lo que sí hay en sus obras es un olvido (seguramente intencional) de otros filósofos contemporáneos que trabajan en direcciones a menudo convergentes con el Materialismo Filosófico. Podría citar ahora mismo al francés Alain Badiou, por ejemplo, quien, en su libro Lógica de los mundos, define el materialismo como "pluralismo", distingue entre cosas, fenómenos y verdades (¿M1, M2, M3 del MF?) como partes materiales irreductibles del mundo, y hasta propone un concepto de Ser vacío de toda determinación positiva al que se llega abstrayendo las propiedades de las cosas mundanas (¿la Materia en sentido ontológico-general?). Lo asombroso es que Bueno llegara a las mismas conclusiones una década o más antes que Badiou, y además desarrolladas más sistemáticamente y con más claridad que en Badiou. Podríamos pensar que Badiou leyó a Bueno y que no lo cita. Aunque lo más probable es que Badiou llegara a conclusiones semejantes al partir de los mismos materiales empleados por Bueno: la filosofía clásica, la escolástica tomista, Hegel, Marx y la lógica y la ciencia modernas. Por supuesto, también hay diferencias muy importantes entre ellos.
ResponderEliminarSí es cierto que hoy los trabajos más interesantes los hacen personas que, sin ser estrictamente "buenistas", utilizan libremente las herramientas del MF, o bien discípulos de Bueno alejados de las veleidades políticas de "Nódulo". Ello no quita que también aparezcan trabajos espléndidos dentro de este grupo, como el de Pérez Jara sobre Bertrand Russell. Seguro que en el futuro el uso de contenidos del MF como herramientas de análisis se expandirá cada vez más fuera de los límites de una escuela concreta. Los primeros pasos ya se están dando (José Luis Moreno Pestaña usa conceptos del MF, por ejemplo, sin adscribirse a la escuela de Bueno).
Hola a todos. Pienso, modestamente, que este artículo y los comentarios subsiguientes muestran a las claras varios fenómenos.
ResponderEliminarEn primer lugar, que la actitud de algunos exbuenistas antibuenistas no es un problema de personalidad psicológica de un individuo u otro, dado que la nefasta influencia de quienes se agrupan en torno a “nódulo materialista” deja secuelas en cualquier clase de individuo, por más independiente, cuerdo y racional que éste sea. Los casos son múltiples y los dejes se notan. Es una experiencia que no pasa en balde para nadie y tiene devastadoras consecuencias si no existe un fuerte bagaje en saberes de “primer grado”, un cierto recorrido en lecturas filosóficas y capacidad para mantener una mínima distancia ante las opiniones ajenas al texto mismo.
Por otra parte, parece que tampoco es un asunto de “libros” concretos. Se ha apuntado bien que la filosofía política de Bueno es, con razón, la que más divergencias de opinión produce entre los lectores, a partir de su última época, que arranca con El Mito de la Cultura. Libros como El Mito de la Izquierda, El Fundamentalismo Democrático, y otras perlas de la última hornada demuestran que la bibliografía ya no se actualiza adecuadamente en esos saberes de “primer grado”. Un bagaje adecuado puede permitir al que se adentra en grupos como “nódulo”, no volverse un día contra todos los “tics” que se aprendieron con estos discípulos “aventajados” (lo digo con ironía).
¿Y si el camino se encuentra en una lectura metodológica pero no “fundamentalista” de la obra de Bueno? Para ello es precisa una selección de aquello que nos permite afilar analíticamente en nuestras disciplinas específicas. Las ambiciones de “sistema” cerrado, donde cualquier divergencia siempre ha sido contestada con crudeza y malas maneras en las distintas polémicas, han hecho que la academia de la Fundación Gustavo Bueno se perpetúe en esa falta de implantación institucional. No es para menos. Estamos hablando de unos comportamientos desastrosos y de malos modos que sobrepasan el ámbito de lo personal, creando rechazo entre los que “a priori” pudieran estar interesados en la obra de Bueno.
Pretender la sumisión plena al “sistema”, tal y como fue expuesto en negro sobre blanco por Gustavo Bueno y sus discípulos “acreditados” es lo que ha paralizado hasta ahora su implantación.
Saludos.
Coincido en casi todo con el anterior comentarista anónimo.
ResponderEliminarDe acuerdo al 100 % con el usuario Anónimo. No se puede explicar mejor.
ResponderEliminarYo también niego que haya "cientismo" en Gustavo Bueno.
ResponderEliminarLa generación de los que fueron mis profesores allá por los 80, discípulos directos de don Gustavo, tenían suficiente cultura científica como para no caer en eso. Pero había ya una "segunda fila"(me apura dar nombres) a punto de sacar plaza de titular, que pecaban de ser más papistas que el papa. Despreciaban la creación de asignaturas de gnoseología especial de las ciencias sociales y de la Psicología, y sólo sabían dar ejemplos canónicos de "aplicación" del TCC en las matemáticas y en la física. Ejemplos copiados del maestro, claro. Ese cientismo y un cierto platonismo geométrico predominó en Oviedo durante muchos años y lo fomentó el propio Bueno en su justa ira contra el escolasticismo caduco de los años 50-60 y contra la filosofía "literaria". Yo ahora estoy muy desconectado y no digo nada.
ResponderEliminarBien, en ese sentido, en el de considerar las ciencias matemáticas y físico-naturales como una forma privilegiada de conocimiento, sí podría hablarse de "cientismo" en Bueno, en un sentido muy amplio del término. Pero si se entiende el "cientismo" (o "cientificismo") como la ideología que sostiene que la ciencia experimental es el único conocimiento válido y que la única metodología aceptable es la de las ciencias físico-naturales (como defienden Daniel Dennett o Richard Dawkins), entonces en absoluto podemos hablar de "cientismo" en Bueno.
ResponderEliminarResulta curioso que en ese "privilegio" de la matemática y la física, Bueno también se anticipara en una década a recientes tendencias dentro de la filosofía continental, la filosofía heredera de Hegel y Marx, que últimamente ha reaccionado también contra la "filosofía literaria" y ha situado en un lugar central de su reflexión las matemáticas, la física y las ciencias naturales, sin por ello ser "cientista" ya que en todo momento se reconoce la autonomía y validez del conocimiento filosófico. Sin ir más lejos, el propio Badiou ha dicho que "las matemáticas son la ontología", y ha escrito un libro titulado "Introducción a una epistemología materialista de las Matemáticas". Y no por ello ha renunciado a Platón, San Agustín, Santo Tomás, Kant, Hegel, Marx, Freud, Heidegger, Lacan, Althusser y Deleuze como sus principales referentes.
Por lo demás, de acuerdo.
En lo que a libros de Bueno se refiere, creo que a los que habría que dar bastante repaso y habría que ver cómo han influido en lo que el filomat es a día de hoy, y también los buenistas, señalaría estos tres: El papel de la filosofía en el conjunto del saber, ¿Qué es la filosofía? y El mito de la felicidad.
ResponderEliminarA veces me hago la pregunta de cuál fue el momento en que comenzó verdaderamente la degeneración. Digo como secta, pues a nivel personal el señor Bueno ha estado muy productivo hasta ahora mismo. Yo creo que justamente fue en el momento de la fundación de "Nódulo" y el "Catoblepas". Ese fue el momento en que se dio el carpetazo a todo cuanto significó guardar las formas necesariamente académicas para el ejercicio de la labor filosófica. De los artículos de gran nivel en la Academia que iban saliendo en "El Basilisco" en sus diversas etapas, se pasó a una revista digital híbrida, que mantenía artículos de ese estilo (y a veces buen nivel) junto con textos supuestamente polémicos, de actualidad, de polémica, de "politiquería", etc. Esto no está mal en sí mismo, pero igual que sucede con las normas de la Academia, el sentido de la ética profesional es fundamental. Ese tal Sr. Rodriguez Pardo atribuyéndome la identidad de un nick denominado "Balmaseda" y escribiendo largos textos haciendo exégesis de lo que dice un forero de Izquierda Unida ¿de qué planeta cayó? Verdaderamente ¿cree que alguna Institución o Universidad solvente puede reclutar algún día a alguien que sigue este tipo de prácticas, claramente delictivas? Fuera de la Fundación donde se cobijan y del "Poder Oscuro" de Darth Vader este tipo de personajes no podrían sobrevivir ni publicar, serían carne de cualquier otra secta destructiva. Es divertido ver tanto esfuerzo malgastado en combatir fantasmas y anónimos con nick. Desde luego no es académico ni serio. Y es una vida malgastada. Algún día se tendrán que poner a trabajar, en un instituto o dando clases particulares , o algo. Pero desde luego los hay que están para encerrar.
ResponderEliminarEl hiper-criticismo filosófico del materialismo filosófico es paralelo a la hiper-defensa de lo existente. Es decir, que tanta crítica trituradora para al final, quedarte cómo estas pero engolfado en tu propio saber crítico.
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