Chanclas catalanistas, o el situacionismo universitario llega al Poder Legislativo

Lo que sucedió ayer en el Parlamento de la región de Cataluña, España, cuando David Fernández, diputado de la neofeudalista CUP, se sac...

Lo que sucedió ayer en el Parlamento de la región de Cataluña, España, cuando David Fernández, diputado de la neofeudalista CUP, se sacó una alpargata en la Comisión de investigación de dicho Parlamento sobre las cajas en el momento de las preguntas a Rodrigo Rato, ex-ministro de Aznar y ex-presidente de Bankia (antes Caja Madrid), emulando ese neosituacionismo que ya apunté anteriormente en mi web (http://www.armesilla.org/2013/10/los-nuevos-situacionistas.html), creo que lo ha resumido estupendamente el profesor de la Universidad de Barcelona y Doctor en Economía Política, Félix Ovejero, en su página de facebook personal. Mi entrada de hoy es su resumen certero del asunto:

Ya pasó cuando Pizarro vino a dar explicaciones al Parlament de los apagones de Barcelona en agosto del 2007. Los parlamentarios, con sus preguntas a bulto y sus frases altisonantes, como en clase de BUP, no fueron capaces de ponerlo contra las cuerdas. Al revés, les dio un baño y mostró la pobreza, la ignorancia, la adolescencia perpetua de la alegre muchachada de por allí. Ayer sucedió algo parecido. Si yo te largo una consideración general, literaria, sobre el capitalismo y sus males, que existen, tu me saldrás por peteneras, entre otras razones, porque ante los brindis al Sol solo se puede salir por peteneras. Otra cosa es si te hago preguntas bien precisas, qué se yo, sobre el papel de Banco de España, la aquiescencia de la Ministra, la ampliación de capital, la salida a bolsa y otras mil cuestiones de detalle. Las que realmente acorralan, las que hemos visto en las películas (o en directo, en la tele, que yo recuerdo algunas de mis días en Chicago), en las comisiones del Congreso, en USA. También, por cierto, en la comparecencia de Aznar en el Congreso a cuenta del 11-M, no sé cuantas horas. 

Pero, claro, para eso, hay que leerse los papeles, estudiar, entender de finanzas y, sobre todo, venir con los deberes hechos de casa. Los que damos clase sabemos bien quien se ha leído el texto que se discute y el que está en pose frente al Mundo. El de la frase para el mármol es el gandul. Eso sí, tiene más éxito, porque sus compañeros, que tampoco han leído el trabajo, se sienten confortados.